¡El norte se apodera de la capital: un Palomazo inolvidable!

La música norteña invadió la Ciudad de México. Este 21 y 22 de mayo el Auditorio Nacional fue testigo de dos sold out con Palomazo Norteño, conformado por Lalo Mora, Eliseo Robles, Raúl Hernandez y Rosendo Cantú, leyendas que en algún momento le dieron voz a Los Invasores de Nuevo León, Ramón Ayala y sus Bravos del Norte, Los Tigres del Norte y Los Cadetes de Linares, respectivamente.
Un concepto musical que pisó por primera vez tierras capitalinas y que transportó a los chilangos a vivir una experiencia regia, donde lo único que faltó fue la carnita asada, puesto que la cerveza estuvo presente en cada butaca del recinto de Reforma.
Desde que las luces se apagaron, la vibra del norte llegó a cada rincón. Rosendo Cantú abrió la noche con su emblemática “En las cumbres de un verde mezquite”, y de inmediato, el auditorio se llenó de gritos y brindis, como si estuviéramos en una fiesta de pueblo. Luego fue el turno de Raúl Hernández, quien puso a todos a cantar con “Diamante negro”, dejando claro que la tradición del norte se siente hasta el alma.
Y qué decir de Lalo Mora, que al cantar “El rey de mil coronas” hizo vibrar hasta el último asiento. La noche se calentó aún más cuando Eliseo Robles, cuando el acordeón desató el ritmo con “Bonita finca de adobe”, prometiendo que la fiesta apenas comenzaba.
Las cuatro leyendas de la música se echaron un palomazo al ritmo del acordeón, bajo quinto y tololoche, en donde sonaron éxitos como: “Chaparra de mi amor”, “Qué casualidad”, “No hay novedad”, “Puño de tierra”, “Eslabón por eslabón”, “La puerta negra”, “El palomito”, “Aguanta corazón”, “Tragos amargos”, “Que me lleve el diablo” y “Seis pies abajos”.
Además, cambiaron de géneros al tocar cumbias con “Hay unos ojos”, “Chiquilla cariñosa”, “Que le dejen ir al baile sola” y “Tan bonita”; para los amantes de los boleros interpretaron “Me llega, me llega”, “Lo callaré”, “Me refiero a ti” y “Una página más” y por supuesto, no podían faltar los corridos con “Los dos amigos”, “Ramiro Sierra”, “Laurita Garza”, “Federal de caminos”, “Las tres tumbas”, etc.
Después de casi tres horas de concierto, “El Tigre mayor”, “El Rey de mil Coronas”, “El Roble Mayor” y “El Último Cadete” entonaron juntos “Tragos amargos”, canción clásica que no puede faltar en una fiesta y que todo buen mexicano se la sabe de memoria; de esta manera dieron fin a las primeras dos fechas de Palomazo Norteño, puesto que a través de sus redes sociales anunciaron que regresarán pronto a la capital mexicana.